En fin, dando vueltas alrededor de Hipólito yrigoyen, una de las mejores avenidas del barrio de Almagro, y del mundo, repente vemos al costado, en una esquina, atrás, donde termina la calle Moreno...Miramos hacia Atrás, y a la izquierda, doblando ahí... Ventanas a dos metros de la vereda, cajones de coca cola, cucharas y espátulas colgando, mesas, cabezas de comensales... Es un restoráns!
Damos la vuelta, estacionamos frente a una casa tomada. La vereda esta llena de casa grandiosas pequeñas con nombres de arquitectos que no tendrían vergüenza de poner sus nombres, no como los de ahora que hacen esos edificios horribles de diez pisos en los mismos terrenos...La puerta del lugar no tiene un cartel demasiado visible.
Se entra a una sala divisoria. Una de las puertas podría dar a la Habitación Roja de Twin Peaks.
La puerta de la derecha da al restaurante. A la antigua, a la española... El mozo es amable, los vinos son baratos, la comida no tanto, pero que mas da... Te sentas y SOS feliz.
Las entradas, los platos y los postres son para compartir. A menos de que tengas 17 años, o seas de esos que no engordan y no paran de morfar, como mi sobrino Juan Francisco. Un flan quedo sin terminar, por ejemplo.
Sobre el final, con la cuenta, es de esos que te traen una copa de lemonchelo.Salimos re contentos. 210 pesos cena para tres, con postres y todo.
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