las casas coloniales

eso de un día salir a mirar de verdad y encontrarse con el pasado puede ser un camino verdaderamente melancólico saber que cada vez habrá menos construcciones que se dejen admirar y de las cuales sus arquitectos estén tallados en la fachada, como una firma o un sello personal. hoy no sabemos quienes siquiera se animan a diseñar esos robots de mala calidad, como los juguetes que se compran en once o en plaza constitución.