vuelto a mirar

vuelto a mirar (no se si es novedad, lo vi ahora que estuve un mes), en mi pueblo, allá en el interior de Misiones, el único lugar donde se pueden adquirir libros (aka Stamateas, Luisana Lopilato, Nik, Ludovica) es en la estación de servicio Shell, justo en la entrada.
Tristesa.

los volantes

hay que ser hijo de puta para ofrrecer trabajo de volantero/a

es un trabajo que denigra a la raza humana, porque puede ser reemplazado por cualquier palo, gancho o el papel pegado con cinta en una puerta. aparte te obligan a agarrar un papel por lástima de algo que no te interesa y que lo tirás en el primer tacho que ves. o peor, esos que lo tiran en la calle, generando más basura.

nadie merece un trabajo tan bajo, generador de vagancia y estado alfa, pudiendo ser reemplazado por un palo con un gancho que encima más copado, te invita a agarrar el volante sólo si lo necesitás.

empleadores, generadores de tala de árboles, de basura y porquerías hippies hechas con papel, vayanse bien a la mierda.

Heladeria Dimola de almagro

La heladería Dimola era lo mejor De Almagro.Frente a la plaza que el gobierno facho llenó de rejas, en la esquina de Perón y salguero

Un ambiente bastante careta, siempre climatizado, lleno de revistas, con atención eficaz, música elegante funcional, y precios intermedios, tanto dentro del local como en la vereda también funcionaba como un cafecito manteca.


Cuando pedías envío a domicilio, venia un cadete fumado, pero atento, con una bolsita de cartón, con un iman, stickers... Daba la impresión que habías comprado un articulo de lencería por mercado libre.

Su compentencia cercana era la heladería Donatello, a la vuelta, por medrano.


Ahora de repente, en coincidencia con el el fin del mundo, Dimola de Almagro esta en la mala...
Entrás y no hay aire acondicionado, las revistas son las mismas de antes, dejaron de renovar, quedan pocos gustos de helado, los pocos que circunstancialmente te atienden, no saben como se hace el café, o como se sirve el helado... O que gustos quedan o no... O quien te cobra...


Pareciera que el lugar fue abandonado, y un grupo de personas están ahí de favor, esperando que alguien se venga a hacer cargo, o cerrarlo del todo.Pero bueno...





Esto tiene su lado positivo.
Están vendiendo el cuarto de helado a DIEZ PESOS.
Y DOS KILOS por SESENTA.
Si.
Recomiendo aprovechar esto antes de que desaparezca del todo.

El helado esta buenísimo.

Nunca van a tener todos los gustos que pidas, pero... No era el rango de precios de este lugar, ni a palos.
Ademas, todavía quedaban los gustos Fernet, manzana verde, y Lima (o sea, limón de cahiprinha)... Lo que me hace recordar a aquel gusto de caipirovska, que alguna vez vendieron en Donatello, pero bueno, esa es otra historia.

Centro Navarro

Esto es así... Íbamos con FUSORTV en el Abatemovil buscando un sitio para bajoneo. Y eso que no habíamos fumado
En fin, dando vueltas alrededor de Hipólito yrigoyen, una de las mejores avenidas del barrio de Almagro, y del mundo, repente vemos al costado, en una esquina, atrás, donde termina la calle Moreno...Miramos hacia Atrás, y a la izquierda, doblando ahí... Ventanas a dos metros de la vereda, cajones de coca cola, cucharas y espátulas colgando, mesas, cabezas de comensales... Es un restoráns!

Damos la vuelta, estacionamos frente a una casa tomada. La vereda esta llena de casa grandiosas pequeñas con nombres de arquitectos que no tendrían vergüenza de poner sus nombres, no como los de ahora que hacen esos edificios horribles de diez pisos en los mismos terrenos...La puerta del lugar no tiene un cartel demasiado visible.

Se entra a una sala divisoria. Una de las puertas podría dar a la Habitación Roja de Twin Peaks.
La puerta de la derecha da al restaurante. A la antigua, a la española... El mozo es amable, los vinos son baratos, la comida no tanto, pero que mas da... Te sentas y SOS feliz.

Las entradas, los platos y los postres son para compartir. A menos de que tengas 17 años, o seas de esos que no engordan y no paran de morfar, como mi sobrino Juan Francisco. Un flan quedo sin terminar, por ejemplo.

Sobre el final, con la cuenta, es de esos que te traen una copa de lemonchelo.Salimos re contentos. 210 pesos cena para tres, con postres y todo.

findesemana largo y depresivo: Villa Gesell

Mientras miraba por la ventanilla de la parte de atrás del auto me sentí un poco apenada por no tener un auto a esta edad, de sentirme en una ruta prestada. Sentí en la monotonía del camino entre el asfalto y el pasto verde, la ruta está hecha para los hombres. Me gustaría creer que no es cierto, pero me apena sentir que lo sea. En la depresión del camino de la ruta argentina, mi viaje bajonero me llevó una vez más a la costa argentina, más específicamente a Villa Gesell. 

la moda en Gesell: andar en ojotas con medias, como en los supermercados chinos: el relax de las vacaciones

Tomando esta información con las pinzas que se merece, debo decir que antes de ir a Villa Gesell pensaba que toda la costa era igual que la tierna Mar del Plata (Mierdel para los amigos), una verdadera mierda en verano, a la cual mi amigo Madonno la catalogó muy acertadamente como "Liniers con los precios de Punta del Este". Pero debo avergonzarme de mí, porque la verdad que no es un asentamiento de clase cuchillera como lo había fotografiado en mi cerebro.

juegos mecánicos, crazy dance y peluches tetones con fasos en la mano, entretenimiento para bajoneros en Gesell

Borracha, despeinada y reventada, dandole ok a cualquier cosa que diga Miami o me recuerde a los noventas

Hombres adultos contemporáneos compitiendo al Daytona contra una criatura de 8 años que se acercó en actitud de "los voy a hacer cagar sangre, viejos"

Villa Gesell tiene algo de relajado, de hippie con pelo sucio por la arena, de calles de arena, de playas de arena, de comerse la arena al abrir la boca y ese frío de costa a la noche, que tanto puede cortar mambo a las salidas, sobre todo ahora que estoy en el umbral de los treinta.

Arquitectura de playa: fea pero al menos se sigue viendo el cielo

postales de otro momento en la historia de la humanidad, cuando la gente pagaba cantidades de dinero para alquilar una carpa, hoy hacerlo cuesta lo mismo que alquilar un departamento por una semana en la misma ciudad

Tiene esas carpas de familia de costa, los guardavidas haciendose los pistola en la playa, los pescadores en el muelle, las gordas con tanga, los pelota paleta, los juegos mecánicos, los recuerdos que cambian de color. Lo único que no puedo entender es el centro, me pregunto una vez más si existe un urbanista que se haya dedicado a hacer que todos los centros urbanos turísticos del interior del país sean igual de feos y con las mismas disposiciones. Los mismos locales que se alquilan, los techos a dos aguas arriba de la planta baja, los restaurantes tipo trattoria como desaturados, las familias gordas en ojotas que caminan por las veredas altas... a qué mierda vine a la costa más que para sentir esta depresión? El agua está fría, tiene ese color a barro, el viento hace que la arena moleste y el sol está tan fuerte que parece que va a atravesar el planeta en cualquier minuto.

el centro de villa gesell, hasta el cielo se deprime con semejante fealdad arquitectónica

Ni los choclos, ni el olor a porro ni los perros de playa me levantan acá. Le pongo onda pero me cuesta. La costa me cuesta de verdad.

Cariló: sueños de felicidad de mentira, lo único bueno: la heladería El Piave, en vez de atenderte eligen ignorarte, pero el helado es rico denserio

- gordo, vamos de vacaciones de shopping?

Duendes, el alma de la fiesta carilense, una vana reproducción del consumismo menemista, una fiesta para unos pocos, como siempre

Mi depresión se potenció cuando se nos ocurrió pasar por Cariló. una versión prefabricada de una novela de Cris Morena pero encima, llena de duendes colgados de todos los techos de los locales. La versión local de San Isidro del tren de la costa. Quiero que el perro afgano de Andrés me mate pero en vez de eso, el perro se convierte en un objeto de deseo de todas las mujeres de más de 40 años, el muchacho se compró un imán para viejas con plata.

Por todo esto, la costa no deja de ser una verdadera mierda. Pero bueno, vayan a la costa si quieren deprimirse y no saben en qué gastar su sueldo de oficinistas.

eh bó viajero: Montevideo

Montevideo es una ciudad con un nombre copado. Montevideo me deprime, con nostalgia, sobre todo porque me recuerda a Buenos Aires, cuando era una hermosa ciudad de verdad, hace como veinte años. Esos recuerdos de baldíos, kioskos que se atendían en las ventanas, melancolía, borrachos inofensivos y conventillos en la ciudad.

la vejación anal en forma de café con leche y medialunas, un rato antes de embarcar en el Buquebús

El único problema de ir a Montevideo, es tener que salir desde Buenos Aires para llegar a montevideo. Y una verguenza lo que te cobran por tomar un café con leche con una medialuna mientras esperás el ferry.

tristeza, entre el río y la tierra.

pero llegar a Montevideo es mágico. Ver el río saludando en tu mismo idioma, es bueno para la salud. Desde una punta a la otra de la ciudad, está el río. Ver el río estimuló mi cerebro, lo oxigenó de una forma en que me hacía falta. Ver a la gente correr, andar en bicicleta, tomar un medio y medio todo al lado del río. Pienso de repente que los argentinos somos unos idiotas en desaprovechar un recurso tan copado, pero recuerdo que Corrientes y Posadas son ciudades que también aprovecharon el río y los únicos grandes pelotudos somos los porteños!!

hay edificios así de verdad por la calle y es normal! y macri se relame! terrenos! terrenos!

este es el primo del Palacio Barolo, cuál será el primo más copado?

El transporte es más caro que en Buenos Aires pero la ventaja es que se puede ir en bici sin estresarse incluso antes de salir de casa. Los caminos son bastante panchos y la gente es educada, decir que los uruguayos son más educados que los argentinos está de más, acá nos criaron los monos salvajes que se inventaron en un laboratorio de chinos. En Montevideo casi no hay semáforos, los autos saben que la prioridad es del peatón, detalle que pensé sólo pertenecía a los países europeos más desarrollados, pero no, los uruguayos son más avanzados hasta en esos detalles.

La estatua de José Gervasio Artigas... saudade. el centro es una versión de estampilla en comparación al centro de Buenos Aires. Pero a quién le importa comparar esta pavada, es como si Argentina le dijese a Uruguay que la tiene más larga por el tamaño y Uruguay sabe que es más pequeña pero no es un eyaculador precoz.

Mi copiloto decidió pasar por una casa de indumentaria masculina, bastante vieja, no vintage eh. de épocas pasadas, de antes de principio de los noventa. además de tener en la vidriera los "championes" tenían una campera bastante pseudomoderna que nos resultó hermosa en el contexto.

un letreto vintage de adidas, sin querer, porque no lo deben sacado desde que lo colocaron en 1971

Esassí que la compramos y pagamos con tarjeta de crédito. Lo increíble es que el sistema de cobro con tarjeta era con uno de esos bodoques que se corrían de derecha a izquierda y se pasa un papel por un carbónico mientras la empleada llama para pedir la autorización por teléfono: una patada a la memoria. 

25 watts, una de mis películas favoritas es uruguaya. Ahí actuó el marmota chico, amigo de la casa y el Pablito Ruiz oriental

me contaron que hay una canción re famosa sobre la calle Durazno, es de creer o reventar.

exacerbación oriental por las visitas extranjeras de primera línea que llegan al paisito más copado del sur

los uruguayos, domingueando un sábado. Ese es el espítitu

sólo en Montevideo se puede salir con la suya un vándalo fanático extremista de dios!

Perspectiva uruguaya en la plaza donde seguro que hay poetas, poetas, poetas...

esto es flasheeeero: ese es como un robot de videla con ojos de cyborg en switch on y off

la prueba de calidad de sulkoa, feliz! y mirá que es una jodida

Montevideo es especial de verdad y no puede evitarlo aunque lo intente.